No me gusta que no me guste

Tontada absoluta

Después de que parece ser que va a hacer caso a las solicitudes de los usuarios, FaceBook ha decidido implementar el icono-botón de «no me gusta».

Yo me pregunto si habrá gente que esté ya, como yo, deseando que incorporen otro que indique que no me gusta que no me guste.

Este icono-botón que yo propongo será muy interesante cuando el «buenrollismo» facebukero se vaya a la basura con un montón de «nomegustan» que no quedarán lo suficientemente claros, al no poder indicar si no te gusta que eso se publique, no te gusta que esa persona lo esté publicando, no te gusta, en general, esa persona y sus publicaciones, o sencillamente no te gusta el tono…

Vaya, que era tremendamente importante que FB introdujese su modificación para poder tener libertad de expresión… o algo semejante.

Aunque es posible, probable incluso, que algún gobierno vete o prohíba su uso ante determinadas publicaciones de interés nacional. Esto es tan absolutamente demencial…

Palimpsesto contemporáneo

Encontrado en la basura, como quien dice, he hallado este palimpsesto del siglo XXI D.C. Es un descubrimiento que alienta la idea peregrina de que el papel se está agotando hasta el punto de que se reutilizan hasta los píxeles, para no desperdiciar un texto original, sobreescribiendo encima (como corresponde) otro texto igualmente original…

ejemplo de palimpsesto contemporáneo

Dice la RAE: palimpsesto. (Del lat. palimpsestus, y este del gr. παλίμψηστος). 1. m. Manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente. 2. m. Tablilla antigua en que se podía borrar lo escrito para volver a escribir.

Pseudociencias e izquierdas

Estuve leyendo este artículo titulado Diez absurdas teorías pseudocientíficas defendidas por políticos españoles y me sonrosa encontrar tantos políticos con los que, en otro orden de cosas, coincido, así que me ha dado por buscar una explicación (que ya tenía, es solo una forma de hablar) para justificar el mayor número de «progresistas» con este tipo de confusiones no solo mentales, sino metodológicas.

En detalle, pero poco explicitado, estaba insinuada esta relación cuando escribí sobre la Crisis del pensamiento racional, así como en otras ocasiones, como acerca de un supuesto Taller de Conexión Quantica Espiritual Colectiva (¡ahí es nada!). El New Age campa por los montes del progresismo hasta hacerme enfrentarme con más de un amigo, que, por metodológico, me acusa de pedante o de dogmático. Lo que no deja de ser una argumentación inargumentativa, básicamente una falacia.

Pero, ¿por qué este tipo de pseudociencias se da más entre gente «de izquierdas»?

Sin entrar en consideraciones sobre la pertinencia de seguir utilizando esta clasificación tan obsoleta, esa etiqueta «de izquierdas» como si realmente aún hoy tuviese algún sentido, sí voy a hablar de conservadores/tradicionalistas/derechas o progresistas/rupturistas/izquierdas. Sabiendo, sí, sabiendo, que es una simplificación a binario de algo que dista mucho de serlo.

Lo «conservador» en occidente ha estado abiertamente vinculado a lo religioso, al cristianismo, de ahí que sus programas políticos e incluso los nombres de sus partidos suelen llevar el adjetivo «cristiano». Las democracias cristianas de los pueblos germánicos dan fe de ello.

Lo «progresista», en contra, siempre en contra, ha estado vinculado a cierto laicismo, a cierta idea de alejamiento del hecho religioso, del pensamiento irracional necesario para sustentar la existencia de ser(es) y hecho(s) meta-racionales, por decirlo así.

Pero este alejamiento ha llevado a cierta sensación de orfandad, a cierta incomodidad con respecto a asumir que el mundo no es comprensible y que no hay un dios que me lo haga fácil ni una virgencita a la que rezar para pedirle imposibles.

Aquí está, sin duda, el quiz de la cuestión: un ser humano de izquierdas también quiere soluciones milagrosas, también quiere que el mundo tenga una razón, también quiere certezas… así que las inventa o las crea para creerlas. Eso sí, reniega del pensamiento que propone el tradicionalista sustentando ideas como que una vela en un altar me curará el Alzheimer o hará que mi hija encuentre trabajo. Sin embargo, está dispuesto a pensar que la memoria de las moléculas del agua (sic) me curarán un cáncer o mi energía positiva hará que mi hermana encuentre novio.

Es evidente el paralelismo, pero este último, superada la irracionalidad religiosa desde los tiempos de la Ilustración hasta hoy, pasando por un radical Nietzsche y por un tremendo existencialismo Sartriano, es mucho más peligroso pues utiliza aquello que ha costado tanto elevar a método, que es la ciencia.

La utiliza desvirtuándola, eliminando su metodología (que es la base) y quedándose con su palabrería, que es vacua sin lo previo. Y esta es la razón por la que me incendio, enciendo, cuando alguien hace defensa de las pseudociencias: porque atenta contra el pensamiento racional y da un voto de valor a lo irracional, retrotrayéndonos a esos oscuros tiempos feudales pre-volterianos. Si lo irracional no necesita otra prueba que lo que a mí me venga en gana… igual es válido rezar a una virgencita para encontrar trabajo, de ahí que hasta una ministra lo haya llegado a sugerir en su demencial visión de su papel político. Pero eso es del otro lado, de «la derecha» y con estos casi no tengo el suficiente trato como para calentarme.

Así que espero atemperarme y tomarme con calma lo que viene este curso, pues parece que el irracionalismo sigue aumentando, necesitando cada día más adeptos, con un proselitismo campante en «ambos lados» del espectro político que se pasan el espectro electromagnético por el arco voltaico…

Calm down
calm down
keep calm
keep calm


Sin sustancias químicas

Leo en un artículo publicado en el muro de alguno de mis conocidos de FB esta soberana sandez:

Suena como un cuento de hadas pero la realidad es otra. Con este truco se puede construir un pequeño refrigerador sin electricidad o sustancias químicas.

Y entonces imagino un aparato absolutamente abstracto, construido en la mente, con geometría euclidiana, con razón pura…

Pero no. Resulta que usa:

  • 2 macetas de arcilla (= Sustancia química / mezcla) de tamaños diferentes
  • Arena (= Sustancia química, en el más puro de los casos, óxido silícico, pero supongo que también será mezcla)
  • Cinta pegante (jo… sustancias químicas por todas partes… en la cinta y en lo «pegante»)
  • 1 de riego con agua fría (= H2O que es una molécula formada por un par de elementos… químicos!!!!!, suponiendo que no contenga nada más… lo que es inviable, BTW)
  • 1 tapa que encaja en el bote pequeño de arcilla (tapa que también es de algún material… así que también tiene sustancias químicas)
  • 1 paño de cocina (igual que en el caso anterior)

Pero la tontería continúa:

Con las dos macetas se hace un recipiente que deja entre ellas hueco donde introducir arena… y enfriarla con agua FRÍA… que se ha enfriado… ¿cómo? JAJAJAJA… esto es ya el colmo de la estupidez, sobre todo por la forma en la que se pretende «vender» ese maravilloso aparatito inmanejable que, por último, sería terrible pues requeriría un despilfarro de energía para su fabricación teniendo en cuenta la minúscula capacidad que proporciona.

Por si eso hubiera sido insuficiente… leen los resultados con un termómetro… eléctrico!!!!!

Jo… entre la crisis del pensamiento racional y la tontería simple y absoluta. No sé, pero es como para reírse, por no llorar.

to

Dedicado con cariño a mis queridos amigos de Daimiel, donde es frecuente escuchar esta expresión y que, en ocasiones, se ve con menosprecio, pero que, sin embargo, la Real Academia de la Lengua Española respalda incluyendo en su ínclito y casi inapelable Diccionario.

to. 1. interj. so4. 2. interj. tate. 3. interj. Áv., Các., Sal., Vall. y Zam. U. para indicar extrañeza. 4. interj. p. us. U. para llamar al perro. U. m. repetida.

Con esto, con la autoridad que se le confiere a quien tiene como lema «limpiar, fijar y dar esplendor» al idioma, podemos afirmar que es correctísima su utilización, como digo, según lo más canónico de lo canónico. Pero, no obstante, siempre habrá quien quiera ser más papista que el papa.

Refiere a una cuarta acepción de «so», que también es utilizada desde tiempos inmemoriales (o no tanto).

so4. 1. interj. U. para hacer que se paren o detengan las caballerías.

Sé que mis daimieleños lo usan más en su acepción tercera, para indicar extrañeza, pero seguro que alguna vez han detenido caballerías sin darse cuenta.

Seguidores

instagram

Tengo ya 64 seguidores de una red social que creé para entretener a la hija de un amigo mientras hacíamos la comida allá en Donosti. ¡Qué divertido!

Tengo 64 seguidores que me siguen, digo yo, por tener un par de fotografías en una red social basada en las fotografías… ¡2! ¡2 fotos!

Una de las fotos es una cara tonta y graciosa y la otra la portada de un libro interesante… ¿qué pensarán de mí mis 64 seguidores?

Tengo 64 seguidores que me siguen… pero ¿a dónde?

Hoy son 64 (8×8), lo que le habría gustado a mi querido Eduardo Scala y no deja de sorprenderme a mí, esta cosa tan binaria, tan 2 elevado a 3 dos veces, tan 1000000; ese millón binario

Y ¿cuántos seguidores tendré el día de mañana?

¿Soy muy sensible al tema de género o es que ando un poco paranoico?

como entender a las mujeres A mí esta imagen banal me resulta machista. Aunque alguna vez en mi vida he dicho que prefiero a las mujeres porque son más complejas. ¿No estaba, entonces, diciendo lo mismo que esta imagen? (Desde hace años procuro no decirlo)

Hay algo tras esta imagen que me hace pensar que esto es visto como negativo, en lugar de como algo positivo y además, sigue ahondando en la brecha maldita que sugiere que los hombres son de Marte (dios de la guerra) y las mujeres de Venus (diosa de la belleza y la fertilidad).

Pues será que tengo muchos amigos afortunadamente de Venus y muchas conocidas que habrían llegado de Marte, pero el caso es que prefiero pensar que no hay tanta diferencia entre los sexos como se nos intenta insistir desde cada uno de estos simplones eslóganes, y sí hay diferencias entre los humanos del género que sean.

Este es otro de esos textos tontos que generalizan desde la diferencia y de los que desconfío desde que comienza la frase. Seguiré escribiendo mi particular visión de estos temas de género en el diario, para no dejar caer la atención, que es muy fácil, casi se puede llegar a creer en estas bobadas sin darse cuenta y pasado un rato, asumir que ellas tienen que levantarse a fregar los platos.

Yo para ser feliz quiero un camión

para ser feliz

Lleva la imagen un subtítulo (visto en red social) que dice:

Se necesita poco para ser feliz.

Pero no es así, lo que se necesita es muy poco para ser infeliz.

Para ser feliz, de acuerdo a esa imagen de sanador mental barato, hacen falta todas esas cosas (un camión de cosas), así que con la carencia de una de ellas (mucho mucho más probable) se deja de conseguir la felicidad, que, por arte de birlibirloque, cae en la responsabilidad de cada cual.

Para ser infeliz basta con tomar malas decisiones, en resumidas cuentas.

¿Y quién no ha tomado malas decisiones en algún momento?

Pues sí, yo para ser feliz quiero un camión de cosas… o relajarme y disfrutar de las que me van viniendo (según avanzo, según avanzo…)

Esto no es una broma