Comenzando el proceso de Año Añil

Tras años dedicándome a cualquier otra cosa, he vuelto a «mis orígenes«, por decirlo así, disolviendo sales minerales varias en matraces hasta obtener otra mezcla de ambos productos que ha de ser fotosensible.

Estoy experimentando con Cianotipia, para realizar un proyecto que denominaré Año Añil que ha de ser un libro manual realizado a base de fotografías utilizando este método tradicional que darán lugar a un intenso añil.

Adquirí los productos a disolver en las mezclas iniciales en Manuel Riesco, 100 gramos de citrato férrico amoniacal (VERDE) y otros 100 gramos (no se puede comprar en menor cantidad) de ferrocianuro potásico (ROJO), así que el primero se convertirá en mi reactivo limitante.

3 Cubetas de plástico de 3L, 6 matraces de 100ml, 4 jeringuillas de 5ml, 6 botes opacos de 100ml y unos pinceles básicos los adquirí por Amazon (sí, me avergüenza, pero fue cómodo).

En La Riva compré 5 pliegos de 70x100cm de papel de acuarela Guarro de 350gsm con barbas a los dos lados.

Hoy he estado cortando un pliego en unidades de 14x17cm que me han permitido sacar hasta 28 pequeñas páginas por cada pliego y poder utilizar unos marcos de fotografía para luego realizar la exposición fotográfica.

Veremos qué va pasando este mes a medida que mi torpeza rompa los materiales, los ensucie, etc, etc, etc…

De momento, he comenzado con las mezclas: realizando 50ml de cada uno de los compuestos con la 12,5g de citrato férrico amoniacal y 5g de ferrocianuro potásico que he etiquetado respectivamente como A y B. He mezclado 25ml de cada una en un matraz bajo la luz enrojecida de mi teléfono móvil, para atenuar y eliminar la posibilidad de reacción con ultravioleta y he obtenido 50 ml de solución fotosensible. Tengo las páginas (28 papel Guarro 350gsm de 14x17cm), he forrado los mangos de 2 de los pinceles para que la parte metálica no pueda entrar en contacto con la solución fotosensible.

Mañana, con los restos del papel, comenzaré las pruebas de imprimación, etc… antes de empezar a destrozar hojas.

Estoy aquí, en Móstoles…

Invitado a participar en la II Convocatoria Internacional de Arte Postal USTED ESTÁ AQUÍ – YOU ARE HERE (listado completo de artistas participantes, fotografías de la exposición, etc.), así como una amplia información sobre el proyecto editorial experimental PERIFERIA IMAGINARIA, en marcha desde 2018, y sus paralelas Convocatorias de Arte Postal, envié una propuesta más o menos rebuscada que necesitaba las dos caras de la cartulina verjurada negra que intervine con un rotulador blanco y nada más. No quería usar prácticamente nada digital para esta ocasión, después de que en la anterior convocatoria enviase por email (dada la situación de confinamiento debido a la pandemia de COVID19) una participación absolutamente digital.

Han realizado el siguiente vídeo que incluye mi trabajo y que presento aquí desde el momento en el que salgo en él, no vaya a pensar nadie que no tengo ego.

Ahora que me tachan de transfronterizo veo más que nunca que hay mucho de cierto en ello, pues la frontera entre las dos caras del cartón fue algo con lo que jugueteé en esta propuesta, referenciando a quienes (para mí) más han dinamitado la idea de frontera: la lógica difusa y la paradoja del gato de schrödinger, esa llamada al estar y no estar simultáneamente en algún sitio, a afirmar un tercero excluido como posible…

Látigo

Poema que escribí y compuse visualmente hace ahora 20 años titulado «látigo», que formaba parte de un proyecto titulado Fronteras en el que pretendía escribir un libro que fuese dejando de lado el verso para ir convirtiéndose en poema visual, posteriormente objeto, instalación y acción poética.

El texto dice:

Látigo.

En cuanto llegue a ti mi lengua conocerás el sabor salado de la amargura.
No querrás perder el paraíso de mis labios enroscados a tus piernas, yedra vital que acaricia tus muslos.
Hemos llegado al restallido de siete cabezas dragones de silencio que abren en tu piel bocas de sangre.
El beso, al fin, es entre hermanos.

Giusseppe, M-20010606

Color Piel

Me llama la atención cómo interiorizo cierto racismo, que podríamos tachar de microrracismo, como el de llamar «color piel» al color de la gente que tengo en la mayoría alrededor, olvidándome de que el color de la piel no es ni mucho menos algo homogéneo en el mundo y que la expresión «color piel» invisibiliza o tacha de «otras pieles» aquellas que no corresponden con el patrón denominado como tal.

Supongo que así, dentro de este pecado, es donde resulta comprensible la exigencia de buscar espacios para personas «racializadas«.

Es posible que no únicamente sea un mal hábito europeo (culturalmente hablando), sino global, pero no sé si se utiliza esta expresión más allá de lo que yo la conozco. Soy tan limitado…

En resumidas cuentas, hay pieles que han sido denominadas:

Pieles rojas, negras, marrones, amarillas, blancas, rosas, anaranjadas (es el habitualmente usado en el mundo del arte, llamándose color carne), etc, etc, etc.

qrqrqrqr de Carmen de la Rosa

Carmen de la Rosa

Entre los zapatos de cristal,
rosas de hielo
se me ha congelado el alma, cristalina
de azul fuego

Llegó anunciada de antaño y estaño vs. deambulando
por cúmulos de arena y brisa de seda
recia
crujiendo cobarde, de la rectitud al desplome y entre versos de longevas dinastías se alzó, como una sirena que atisba un barco desde su océano infinito.

Cuan si fuese poetisa, diosa del infinito
emergió

Y mientras la tinta,
negra,
de punta a punta
y gota a gota, se clavaba en edificios de mármol,
las palabras se deshacían.
La sal en el agua
y en la tierra sucumbieron.
La luz de la manta que me cobijaba se llenó de langostas
SÍ!
SÍ!
SÍ!

Y dándome cuenta las notas, la música, las campanas y el latido se hicieron una en el silencio.

Recibido desde su página personal el día 15 de enero de 2020, tras terminar la edición online del libro qrqrqrqr. Quizá aún dé tiempo de incluirla en la versión en papel.

Esto no es una broma