Poemas 3D

Principio de Incertidumbre

Tras construir el objeto descrito a continuación, quise realizar uno similar de características instalativas, humanas, en las que cupiese entero. Con cuatro espejos tapados por arriba y por abajo, me aproximé a esta respuesta imposible.

Leyendo un libro de arte contemporáneo, en no sé qué apartado sobre arte objetual... hablaban de un espejo... y como ya me había leído la parte del arte conceptual (por cierto, muy muy interesante) procedente en parte del minimal y en parte de la filosofía... pues me dio por acordarme de una cosita que era un reto mental y al mismo tiempo una pregunta sin respuesta, un misterio, símbolo de la duda eterna, de la falta de alcance de los métodos... me acordé de ese espejo que nadie ve.

De ahí, partió la idea de construir un chisme de seis lados iguales y paralelos entre sí dos a dos de aristas perpendiculares (alguna gente lo llama cubo) con espejos hacia dentro, de modo que quede encerrada la pregunta de qué se ve en el espejo cuando nadie lo está mirando, sólo que multiplicada por seis o por más de seis o por infinito, o no??? todo son preguntas porque no estaré dentro porque no es posible.

Es el principio de incertidumbre. Habré construido una partícula no observable de tamaño gigante (en principio de tamaño 10cmx10cmx10cm) en la que el ojo humano sólo tendrá a su alcance la noche, el lado oscuro, el lado subvertido que es el exterior y no el interior, aunque en el interior al no entrar la luz, puede que todo esté oscuro. Digo puede porque recordemos que no sabremos nada del interior. Nada. Palabras absolutas rodeando un cubito de espejo de un litro.

Me recuerda la pregunta matemática de cómo encerrarías un león en un círculo cuya respuesta era algo así como trazar el círculo y decir que el exterior era el interior. Inversión de valores. Volamos como locos a la moral de mi querido Fede. Terrible. Un espejo invirtiendo lo invertido hasta invertir... infinitamente. Quizás hay límites. Quizás cuando lo haga se empieza a calentar. La magia puede existir. Puede existir y enfriarse hasta hacerse opaco a mi vista transparente. Un cristal opaco: cárcel de luz.

En principio, con este pequeño esbozo textual me bastaría y podría sentirme contento, pero, no sé porqué, tengo ganas de verlo como objeto. Ver un chismito negro que puedo poner en, digamos, una pecera de algún fluido vaginal que lo sustente, un fluido que será el placebo de mi bebé, el placebo de este niño de la noluz, OsLuz, que llevará por título: Principio de Incertidumbre.

Texto extraído de un correo electrónico enviado a mi amigo Jose Luis Sanz Vicario en Febrero de 2002. Le regalé el objeto Hexaedro de 10x10x10 varios años después.