Teclado

En 2023 intenté limpiar un teclado (quedó muy limpio) pero dejó de funcionar con la presunta función que tiene adjudicada de ser un dispositivo de entrada, en parte inspirado en el teclado de las máquinas de escribir, que utiliza un sistema de puntadas o márgenes, para que actúen como palancas mecánicas o interruptores electrónicos que envían toda la información a la computadora desde los dedos de un ser humano (o similar).

Hace tiempo afirmaba de mí mismo ser una especie de periférico de un PC, siempre conectado a uno, siempre comunicándome a través de uno, algo que palió en cierta medida mi aislamiento tardoadolescente.

Con las teclas extraídas del aparato hispánico fui realizando diversas composiciones de palabras y juegos del lenguaje que tenían la restricción, obvia, de no poder repetirse las teclas. En algún momento, me plantearé realizar una única composición sobre un soporte fijo que inmortalice todas las letras y los demás signos de las clavijas, pero de modo no semántico.

El poema que inspiró este proyecto, titulado, como no podía ser de otra forma, «teclado», fue escrito por mí el 18 de mayo de 2023 en mi diario: