Orgulloso de figurar

Este sábado pasado, día 6 de mayo, se celebraba la inauguración de la Exposición Cromático en la Fundación Dados Negros, en Villanueva de los Infantes, comisariada por Pepe Buitrago que tuvo a bien invitarme a ser el presentador del evento (tan solo tenía que leer el texto del programa) y me sentí tremendamente orgulloso de ser «seleccionado» para tal labor.

Yo había convocado a varias de las personas que asisten a mis talleres de Poesía y Escritura Creativa y nunca tengo ocasión de pavonearme como corresponde a un coordinador de Talleres semejantes, así que pretendía que me vieran valorado por afines que, por alguna razón en ocasiones misteriosa, me tienen en estima. Vinieron más de una docena de mis «tallerines«.

Algo más motivo de orgullo fue cuando en 2019 me pidieron obra de poesía visual (de la serie Inflexiones, que estaba por entonces publicando en Instagram) para exponer en lo que acabó siendo 2 años después, pandemia mediante, Derivaciones IV:

El día 2 de octubre de 2021 inauguramos Derivaciones 4, un proyecto del Centro de Holografía y Artes Dados Negros en el que participan Fernando Aguiar, Ana Alonso y Julia Fernández, Edu Barbero, Giusseppe Domínguez, José Iges, Clara López Cantos, Mateo Maté, José María Parreño, Francisco Pérez Belda, Víctor Santal y Javier Seco.

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Una vez más, en Dados Negros, la poesía experimental. Donde probablemente no existan límites entre los diferentes lenguajes: una poesía abierta; una conexión entre música, palabra, objeto, imagen, sonido, vídeo y acción… Entre pensamiento, crítica y creación.

Diversidad temática que quizá invite al espectador a cuestionarse todos esos lenguajes y a participar en el proceso creativo, ampliando los límites de la creación artística.

Ya en su momento me vanaglorié de esta participación, pero otro día más quería recordarme a mí mismo que soy importante, claro, que soy artista, que soy… lo que sea que soy de lo que me pueda sentir orgulloso. 😐 ¡Qué vano!

Estómago

Cuando te duele el estómago
y piensas que una palabra esdrújula
debería doler menos.

Cuando te duele la cabeza
y piensas que las palabras llanas
expresan muy bien su contenido.

Cuando te duele el corazón
y piensas que las palabras agudas
son todas esdrújulamente metafóricas.

Libros por el mundo

Reciclo una caja de botellas de vino
que se usó en la presentación
de un libro de poesía
del que edité 100 ejemplares
para un poeta a quien quiero mucho.

Lleno
la caja de botellas de vino
de libros de poesía
de los que ya llevamos 200 ejemplares
impresos
de una poeta a quien quiero mucho.

Etiqueto la caja de botellas de vino
conteniendo libros de poesía
como si fuese una botella
que se lanza al mar
y la preparo
para que una empresa de mensajería
realice el envío
hacia un nuevo destino
donde será abierta.

Los libros de poesía
en la caja de botellas de vino
estarán en los oídos
y en las manos
de personas
que quizá
algún día
lo celebren
bebiendo unos libros
y leyendo unos vinos.

Entrega de premios del I Certamen de Poesía Potencialmente Inexplicable

Fotos de la entrega de Premios en Metálico (Gracias Alejandro Gallego Fernández) y diplomas a las personas galardonadas en el I Certamen de Poesía Potencialmente Inexplicable.

Se procedió a la entrega de los premios, se comentó el proceso de adjudicación de los galardones y se abrieron todas las bases «cerradas» hasta el momento presentadas por los y las miembros del ínclito jurado (Alejandro Gallego, Tanja Ulbrich, Anita Ges, Ernesto Pentón, Eva Obregón, Kay Woo y José Luis González).

ChatGPT y el deseo

Se habla de que chatgpt va a quitar puestos de trabajo y me preguntan, en casi cualquier evento de poesía que organizo, que si me siento amenazado y yo contesto que lo que hago esta relacionado con el deseo, no con la habilidad.

Nadie le pide a chatgpt que haga algo que desee hacer, sino aquellas tareas que no desea hacer. Como en el caso de la inmigración, en general no conozco a gente que quiera ir a limpiar casas o recoger uvas o… Salvo que sean inmigrantes que lo hacen por estricta necesidad.

Chatgpt nos obliga a ver nuestra realidad y asumir nuestras decisiones. También nos hará pensar en a qué llamamos creatividad (no orientada en el resultado, sino en la búsqueda, en el fracaso, más que en el éxito).

Incluso una persona bromeó con que le pediría a una IA que entretuviese a su pareja cuando ella esté deprimida… A lo que no puede evitar responder que yo jamás haría eso con mi pareja o me plantearía si deseo que sea mi pareja.

Quizá por eso aún no he probado las «inconmensurables» capacidades de las IA conversacionales o procesadoras del lenguaje humano: yo adoro hablar, adoro escribir… No quiero que lo hagan por mí, aunque lo haga «mejor». Yo no quiero perderme el acto de escribir, el proceso de pensar, de aprender, más que de saber.

No acabo de ver la utilidad a que me digan, mediante un algoritmo que por supuesto puede ser bienintencionado o cuando menos no malintencionado, qué música me apetece oír, cuando lo que me gusta es tener acceso a discografías, poder elegir un disco en concreto (que quien lo compuso por algo lo quiso así, aunque sólo fuese por cronología), perdiendo el tiempo en esa búsqueda más o menos inútil. Pero es que lo útil está sobrevalorado.

Puede que sea algo generacional. Estoy obsoleto. Lo sé. Quizá por eso mis últimos trabajos tratan sobre la impermanencia.

Casi azarosamente

El otro día retomé la técnica cianotípica para hacerle un regalo a mi amiga Susana Espeleta y, por mero azar, derivado de la falta de espacio libre en el estudio, coloqué el negativo sobre la cianotipia resultante y se obtuvo un efecto bastante bello, casi como de relieve… pero totalmente analógico (o casi).

Algo tremendamente formidable de este montaje es que puedo utilizar papel más barato, de menor gramaje o de grano más fino y luego enmarcarlo, pues queda muy bien enmarcado en un marco cuanto más neutro o «inexistente» mejor.

Fue, creo, un bonito regalo que me permitió experimentar con combinaciones de materiales que no había imaginado. Se me ocurren pocas cosas.

De vuelta a la cianotipia

Estoy ansioso por volver a cianotipar, después de pasado un invierno en el que el sol no toca mi balcón.

Ayer, con la excusa del cumpleaños de mi amiga Susana Espeleta, me decidí a hacerle un par de cianotipias basadas en la fotografía que ella había utilizado como invitación a su fiesta.

Hice el negativo llevando la foto a blanco y negro y aumentando el contraste a 70/100 con GIMP. Después, monté 2 negativos así obtenidos con Inkscape añadiendo su URL en los laterales, para aprovechar los restos de las láminas de acetato de DinA4.

Probé con dos tipos de papel distintos, además de probar si el preparado que tenía aún era fotosensible pasados 8 meses conservado en el frigorífico en un bote opaco.

A las 13:30 llegaba un tímido rayo de sol a la barandilla que ha permitido «la magia». Después del revelado le di el rápido baño en agua ligeramente oxidante con H2O2.

Obtuve unas bellas fotografías, pero es que mi amiga es agraciada… 😉

Y espero que le gusten como regalo.

Esto no es una broma