Juegos con el teclado: RE-Inicio

Esta pequeñez es un poco diferente de otras composiciones con el teclado, aunque es especialmente útil en esta semana en la que todo parece recomenzar, como si eso fuese posible, como si el tiempo fuese circular y no una flecha que surca una trayectoria espiral tridimensional, lo que vendría a ser un helicoide.

Volvemos a comenzar un curso nuevo con la ilusión del primer día, con la incerteza de siempre, que me mantiene en el filo del riesgo donde habitar sin poder acomodarme.

Hay algo interesante en ese reinicio que ocurre cada año y es el hecho de encontrarse con gente con quien comparto tanta pasión por la poesía que parece imposible que exista. Y sin embargo se mueve.

Más información sobre los Talleres de Poesía Contemporánea que defiendo desde hace ya más de 2 décadas está en la web https://www.clave53.org/poesia

Juegos con el teclado: Teclado

Que la palabra «Teclado» esté contenida en las teclas del teclado me parece tan fascinante como un Conjunto de Mandelbrot.

Por simple que parezca la composición de teclas, esta es de las que, curiosamente, suscita en mi mente los pensamientos más complejos.

Arqueografía

Por fin he conseguido tener un minutito (algo más de 2 días) para crear el apartado de la web dedicado a este proyecto Arqueografía en el que estuve trabajando un par de años, realizando innumerables cianotipias de palimpsestos digitales.

No tenía claro en qué apartado poner esta página, que podía ser tanto libro objeto (3D) como poesía visual, como un proyecto

Quizá mi obsesión por ordenar lo inordenable está llegando a límites ridículos. (Hace años que llegó, no pienso engañar a nadie)

Terminado el proyecto de Haikus de Montaña y Mar

Acabo de dar por concluido el Proyecto de Haikus de Montaña y Mar que se gestó a raíz del cuaderno que encuaderné (valga la redundancia) con materiales reciclados que me había regalado María José Gómez Sánchez-Romate.

Una vez que tenía la cubierta puesta (con un sugerente arbolado sobre cartulina para acuarelas) me vino a la mente la idea de escribir haikus con los que llenar el libreto.

Los haikus para el libro los escribí a máquina (PC, que es una máquina) entre el 3 y el 10 de junio de este año y después, (no recuerdo exactamente qué día) impresos, los transcribí manuscritos sobre el libro casi artesanal.

Seleccioné 48 de los 58 existentes, pero no los deseché.

Terminado el libro manuscrito, quise realizar un programita que usase combinaciones de los versos de los mismos, pero me parecía innecesario utilizar los 58, o los 48 haikus, así que hice una selección de 27 que separé en tres conjuntos de «primeros, segundos y terceros» versos.

Con ellos, escribí el poema programable 272727haikus.js en la primera semana de julio (unos pocos días antes de irme de vacaciones).

Al volver de las mismas, en esta quincena cálida de agosto, terminé el proyecto utilizando los restos de esa impresión de 58 haikus (menos uno, para hacerlo coincidir con mi edad) y di con una manera de editar objetualmente esos 57 haikus en una bella envoltura de cuero que parecía estar hecha para la ocasión.

Análisis sobre la pequeña pieza «Nueva Normalidad»

Hace años realicé una pieza muy determinada por el contexto histórico de la que recibí un largo y detallado análisis un tiempo después.

Fuente: Cross-Border Condition in Experimental Cotemporary Poetry – Laura López Fernández.
https://socialscienceresearch.org/index.php/GJHSS/article/view/3614/3503

Nueva normalidad” es una de las frases más utilizadas por la prensa oficial y otros medios de comunicación masiva. Es una frase comodín que representa los discursos de las autoridades gubernamentales como expresión de la narrativa oficial global de la pandemia (2020 y 2021) con el efecto de subordinación y, en muchos casos, erosión y eliminación de los asuntos nacionales. Las letras A y Z son inclusivas (principio y final del abecedario) de todos los discursos posibles como el tema económico, el médico y de salud, el educativo, el político, el administrativo, el deportivo, etc. La nueva normalidad alude a un mundo distópico de distanciamiento entre seres humanos, un mundo de encerramiento, de vacunación masiva con infraestructura militar, control de movilidad total, limitaciones de transporte, incursión de miedos, enfermedad, cuarentena y muerte. Una narrativa ante todo de control y vigilancia usando las nuevas tecnologías.

Visto desde el aspecto compositivo “Nueva normalidad” se puede leer dentro del marco del poema objeto (aspecto material: cartones superpuestos) y visualmente puede formar parte de la tradición del poema visual y alfabético. Semánticamente hay que destacar el referente globalista de la pandemia, resumido en la frase “nueva normalidad” y la actualización discursiva que se hace del típico estilo asemántico de los poemas alfabeto “A” y “Z”. En este poema, a diferencia de poemas que utilizan el motivo del alfabeto, el autor está conjurando un tercer espacio o espacio transfronterizo en la línea crítico sociopolítica del globalismo al igual que el poema anterior. En ambos poemas se expone de manera simbólica, a través de un tercer espacio o espacio transfronterizo (“nueva normalidad”, “You are here”) el alfa y el omega de la agenda globalista.

Los ojos, poema objeto

Hace unos días Ernesto Pentón me regaló unas gafas que iba a tirar porque estaban algo deterioradas. Yo tenía guardada una caja de bombones que no sabía cómo ni cuándo usar. El poema de los ojos con un lipograma fuerte lo acababa de releer por el taller de poesía dedicada a OuLiPo que estamos realizando los miércoles a las 19:00.

Estos elementos se combinaron como por arte de magia para dar lugar a este pequeño objeto que ha resultado ser un obsequio para Pepe Buitrago en su setenta cumpleaños al que fui invitado la semana pasada.

Me gusta pensar que ha caído en buenas manos, manos de alguien que sabe apreciar lo poético de regalarle unas gafas en una caja que contiene un poema titulado «los ojos» a una persona que se dedica a la poesía visual realizada con hologramas.

Dudé si imprimir el poema sobre un papel especial (tenía unos restos de papel plateado), pero terminé por hacer una versión más sencilla y al mismo tiempo más legible y duradera: impreso sobre papel blanco con una lámina de papel cebolla superpuesta. La transparencia algo translúcida que se genera evoca, de alguna forma, esa evanescencia de un holograma.

Esto no es una broma